En América Latina, las empresas familiares enfrentan desafíos únicos en comparación con otras estructuras empresariales. En esta conversación, exploramos algunos de los retos más importantes y cómo impactan en la operación diaria y el crecimiento de estas organizaciones.
RA: ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las empresas familiares hoy en comparación con otras estructuras empresariales?
WU: El primer gran desafío es la sucesión. Asegurar que la sucesión se realice de manera planificada y no como un evento improvisado es clave para la continuidad del negocio. Muchas veces, las empresas familiares no abordan este tema de manera abierta y estratégica, lo que puede causar problemas en el futuro.
El segundo reto es la transición generacional. A menudo se confunde con la sucesión, pero la transición generacional es el paso del control o liderazgo de una generación a la siguiente. Este proceso puede llevar a conflictos internos, ya que las nuevas generaciones traen consigo nuevos paradigmas, mientras que las generaciones anteriores tienden a tener una visión más tradicional y conservadora.
Por último, está el desafío de la gobernanza. No solo se trata del gobierno corporativo de la empresa (asambleas, juntas directivas, etc.), sino también de la gobernanza familiar. Crear una estructura robusta que permita manejar las interacciones entre los miembros de la familia y establecer fronteras claras entre los temas familiares y empresariales es fundamental para el éxito a largo plazo.
RA: ¿Cómo han manejado estas empresas los desafíos de sucesión, transición generacional y gobernanza?
WU: Lo primero es verbalizar los problemas. Hay que romper el tabú de hablar de temas como la sucesión o el retiro del fundador. En nuestra experiencia, cuando estos temas se incluyen en el plan estratégico de la empresa, se obtienen mejores resultados.
Otro aspecto clave es la creación de un plan estratégico que incluya estos tres desafíos (sucesión, transición generacional y gobernanza). Este documento actúa como una guía para el éxito de la empresa y permite controlar y dar seguimiento a las acciones acordadas.
También se ha destacado la importancia de las cinco “C” de las empresas familiares: Comunicación, Control de acuerdos, Compromiso, Confianza y Cariño. Estos valores deben estar presentes en la relación familiar-empresarial para garantizar una transición efectiva y armoniosa.
RA: ¿Qué porcentaje de empresas familiares en la región están abordando estos desafíos de manera efectiva?
WU: Lamentablemente, las estadísticas no son alentadoras. Solo el 20% de las empresas familiares sobrevive de la primera a la segunda generación, y solo el 20% de estas sobrevive de la segunda a la tercera generación. Esto se debe a varios factores, como la falta de planificación y educación de las siguientes generaciones.
RA: ¿Cómo están manejando las empresas familiares los temas de innovación y transformación digital?
WU: Las empresas familiares, en general, han sido más ágiles en la implementación de la innovación comercial, gracias a sus relaciones cercanas con el mercado. Sin embargo, la innovación de producto no ha seguido el mismo ritmo, ya que requiere de una mayor inversión en investigación y desarrollo.
En cuanto a la transformación digital, las empresas familiares han demostrado ser bastante proactivas, especialmente porque las nuevas generaciones están trayendo estas ideas desde muy temprano. A diferencia de las grandes multinacionales, donde los jóvenes no suelen tener voz, en las empresas familiares es más común que los hijos e hijas de los fundadores traigan consigo iniciativas tecnológicas frescas y disruptivas.